El Día en que El Kodama metió las cuatro patas

Mi jefe tiene a su hija estudiando en Veracruz-Puerto y le rentó y acondicionó un departamento, en el cual, mi jefecito creyó que sería buena idea aprovecharlo para quedarnos en él, siendo que su hija (niña caprichosa, hija única, guapetona, ojo verde, altura promedio, más cadera que bubi, silenciosa al caminar cual fantasma) de 18 ó 19 años no iba a estar, cosa que a mi no me pareció demasiado acertado (al rato se les pierden unos calzones de encaje negro o algún bra y van a andar culpando al degenerado del Kodama -ahí luego les paso el enlace de MercadoLibre donde los ando subastando-), pero en fin, fué decisión del jefe y ni modo, no iba yo a poner de mi bolsa para un hotel, y además, pues la hija no iba a estar, siendo así, mi jefazo pasó al día siguiente muy temprano por mí para irnos y ¡oh, sorpresa! la chamaca se había pegado cual lapa -diantres- subíme al carro y ahí vamos, la botamos en el depa y nos fuimos a inscribir al curso, no sin antes pasar a desayunar, mi jefe no desayunó, yo pedí unos molletes, y le ofrecí uno al patrón.

-¿Gusta un mollete, Jefe de Jefes? están bien grandes
-No, gracias mi querido padawan
-¿Deveras patroncito chulo?
-Deveras, deveritas

(y hasta este momento El Kodama aún no mete las cuatro patas)

y pos le entré al segundo mollete, un par de mordidas nada más, y lo dejé medio mordido, y de repente me dice el Gerente Gral de la Empresa.

-Oh bueno siempre sí
y que agarra cubiertos, separa la parte que mordí cortándola tranquilito, y que agarra la parte que mordí ¡y se la come!

Ok, ok, si, pinchi Kodama mamón, si nada más es comida, no mames, tal vez dirán ustedes queridos lectores pasadienses y pos sí, es comida, pero como quiera se comió mis babas (mi guapo y apuesto jefe), no veo ni me imagino a Yoda diciéndole a Luke Skaywolker -Dame de tu mollete, mmmMMMmmmm, qué rico mollete.

Pues pasó el día en el curso y llegó el momento de regresar al departamento, 8 de la noche y yo pensando en como agarrar esos chones negros, ejem, quise decir, y yo planeando ir al cine para así dejar al papá y a la hija estar solos, llegamos al departamento y my chief nos indica:

-Voy a ir a caminar ¿gustas mija?
-No gracias Jefecito (iba yo a decir, pero me acordé que también le dice 'mija' a su hija)
-No papá, yo aquí me quedo.
-Bueno, aquí te quedas con Leonel (también conocido como El Kodama)
-Si papá

En la madre, al rato hasta de violación lo acusan a uno.

-No arqui jefe mío, como cree, de hecho yo quiero ir al cine, si quiere lo acompaño y ahí nomás lleguemos al cine, me deja uste' en la entrada como costal de perras hembras, ¿sale?
-'amonos pues

(y hasta este momento El Kodama aún no mete las cuatro patas)

Llegamos al cine, el arqui se siguió caminando, yo vi Alien contra Depredador 2 (juar, si está regachita) y regresé casi a las 11 al departamento, la hija iba de salida a ver a unos amigos, guapetona, bien arreglada como nunca la había visto, pintarrajeada de la cara, etc, (y quien sabe por que caminaba en cámara lenta mientras se le ondulaba su largo y sedoso cabello encima de los hombros al ritmo de una rola de Aerosmith) y nos quedamos mi jefe de jefes y yo solitos, y es justo aquí donde El Kodama metió las cuatro patas.

-Leonel, aquí hay cereal si quieres cenar
-No gracias SUEGRO, ya cené en el cine

¿SUEGRO? ¿Dije suegro? ¡PUTA MADRE, a buscar trabajo que ahorita mismo me corre mi exjefecito chulo!

-Quise decir Arqui, ejem, No gracias Arqui, ya cené en el cine.

Putísima madre.
Diciéndole suegro a mi jefe.
Después de ver a su bien emperifollada hija.
En el Depa de su hija.

Aguantó vara el viejón, supo que me había equivocado y enseguida cambió el tema (por eso lo quiero al condenadote), alegué cansancio y me engurruñé en el sofá cama, y no quise saber nada hasta el día siguiente.